miércoles, 12 de febrero de 2014

COMENTARIO RECUERDO INFANTIL, A. MACHADO




RECUERDO INFANTIL
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.


Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.


Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.


Y todo un coro infantil
va cantando la lección;
mil veces ciento, cien mil,
mil veces mil, un millón.


Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Antonio Machado, Soledades. Galerías. Otros poemas (1907)



RESUMEN
Antonio Machado recuerda con nostalgia la monotonía de las clases que recibía de niño en el colegio. Describe lo que recuerda del aula de la escuela: un cartel que representa a Caín y Abel, el maestro viejo y enjuto, y el coro de niños que, en las tardes lluviosas de invierno, repetía cantando la lección de matemáticas.
TEMA
Los recuerdos de las clases de la infancia del poeta.
ESTRUCTURA EXTERNA
Este poema está formado por cinco estrofas de cuatro versos octosílabos de rima consonante (cuartetas: 8a, 8b, 8a, 8b); además, destaca que primera y quinta estrofa son idénticas.
ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS
Internamente Machado organiza las ideas de la siguiente forma:
    • En la primera estrofa alude al tiempo y el ambiente del colegio de su infancia. Sirve de introducción.
    • La segunda, tercera y cuarta estrofa constituyen la parte central en la que el poeta, después de matizar que es la escuela lo que recuerda, describe los elementos que en el aula hay: el cuadro de escena bíblica (2ª estrofa), el maestro (3ª estrofa) y los niños (4ª estrofa).
    • Machado concluye el poema repitiendo la estrofa inicial; refuerza la idea de monotonía en esa época infantil.
      Así, el poeta opta por una estructura circular, determinada, como hemos visto, por la repetición de primera y última estrofa.
COMENTARIO CRÍTICO

Este poema pertenece a una de las dos obras más conocidas de Antonio Machado, Soledades, galerías y otros poemas. Esta obra, y como consecuencia este poema, forman parte de la etapa modernista del autor. Sin embargo, debemos matizar que Machado en Soledades muestra un modernismo intimista en el que a través de símbolos refleja sus sentimientos y recuerdos, lejos del Modernismo parnasiano de Rubén Darío.
Los temas centrales de la obra son el tiempo, la muerte, Dios… a veces,relacionados con otros como la infancia perdida, los sueños, el amor (un amor soñado, perdido o no realizado),… Los sentimientos que predominan son la soledad, la melancolía, la angustia y la tristeza.
En Recuerdo infantil el poeta, con nostalgia, recuerda un día cualquiera de su infancia en la escuela en la que, a través de los cristales, ve la lluvia caer, mientras los alumnos cantan la lección que el maestro imparte siguiendo el libro.
En este poema Machado refleja la idea de que el tiempo pasa pero el recuerdo permanece en la memoria y así se van forjando sus propios sentimientos. Quedan reflejados en esta composición, por tanto , dos de los temas preferidos del autor: el paso del tiempo y el recuerdo de la infancia perdida.
Machado recuerda con nostalgia las clases de su infancia, pero al mismo tiempo hace una crítica a la rutina de las clases y a los métodos obsoletos de esas clases; refleja tanto la rutina del profesor como de los alumnos, pues pasa el tiempo y hacen lo mismo diariamente. Así, “monotonía” es la palabra clave del poema. El uso del presente de indicativo “ truena, lleva, representa... “ y la perífrasis aspectual durativa “va cantando” acentúa aún más la monotonía que se presenta.
Las estrofas centrales (2ª,3ª y 4ª) ilustran perfectamente esa idea de clases rutinarias en las que los niños repiten cantando una lección que es impartida por un anciano profesor y todo ello marcado por unas directrices religiosas, como matiza el poeta aludiendo al cuadro que hay en la clase de escena bíblica en el que son protagonistas Caín y Abel.
Son estrofas muy descriptivas y Machado utiliza dos campos asociativos: el del ámbito de la “educación” : “colegiales”, “estudian”, “clase”, “maestro”, “libro” o “lección, y el de de los “aspectos invernales”: “fría”, “invierno”, “lluvia” y “truena” ; ambos empleados para describir una atmósfera concreta: la lección en clase durante una tarde invernal, una atmósfera que queda reforzada por el uso de adjetivos como “ parda, fría, sonoro, seco...” típicamente modernistas.
A lo largo de toda la composición se emplean símbolos típicamente machadianos : aparece la lluvia “monotonía de lluvia tras los cristales” que simboliza el tiempo que pasa, así como la tarde que es símbolo del apagamiento y la melancolía y, el invierno símbolo de la vejez. El propio “recuerdo” se convierte en símbolo porque el hombre, a través del recuerdo y del sueño intenta revelar el secreto de su yo más íntimo.
Desde un punto de vista estilístico destaca el empleo estructuras paralelas “mil veces ciento, cien mil; mil veces mil, un millón” reproduce el canto de los niños y en los mismos versos la aliteración por medio de la repetición de los sonidos “m” y “l” recursos que favorecen a la transmisión de la monotonía que se persigue en el poema. Con la repetición de la primera y la última estrofa también favorece a la transmisión de monotonía.
Importantes son los encabalgamientos, sobre todo de la primera y última estrofa, recurso habitual para reflejar el fluir del tiempo.
Muy interesante resulta la cosificación hiperbólica “truena el maestro” con la que se hace referencia al sonido desagradable que produce en los niños la voz del maestro, una voz de imposición provocada por la estricta disciplina de la enseñanza de principios de siglo XIX.
Por todo ello, podemos entender, pues, que Machado al escribir el poema, descontento con la realidad que ve y en la que vive, opta por la evasión en el tiempo y lo hace a través del recuerdo de su infancia. Y, precisamente el recuerdo de sus propias vivencias es lo que hace que el poema sea ejemplo del modernismo intimista del autor, al que ya hemos hecho referencia.
En este sentido concluimos afirmando que con el paso del tiempo nos damos cuenta de que la infancia y juventud, con todos sus matices, tanto positivos como negativos, son momentos importantes y determinantes en nuestras vidas y, la suma de todas nuestras vivencias es lo que determina en lo que nos convertimos y, es precisamente por ello, por lo que, como hace Machado, es necesario mirar atrás, recordar y valorar con actitud crítica todo lo que un día vivimos, pero quizás, no como evasión, sino como reafirmación del yo, al menos, así es como yo lo entiendo, pues el olvido nos empobrece y el recuerdo nos enriquece.


Posiblemente ese recuerdo nostálgico presente en el poema, junto con la preocupación por el paso del tiempo, angustia existencial presente en todo hombre, es lo que hace que este poema resulte atemporal

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